Según el Archiduque Luis Salvador, en su obra Die Balearen, la lechona asada era el plato más apreciado de la cocina mallorquina del último tercio del siglo XIX. Dicho plato formaba parte del grupo de comidas que no podían ser omitidas en la mesa de los payeses ricos y de las clases elevadas de Palma los días de Navidad y Año Nuevo. La parte considerada más sabrosa, tanto antes como ahora, era la piel, que se quería crujiente y bien asada.
Este mismo plato aparece también considerado como selecto en las “rondalles” (conjunto de narraciones) mallorquinas. Sus protagonistas soñaban platos que parecían fabulosos y que sólo las artes mágicas les podían proporcionar y entre los platos soñados siempre aparecía un buen trozo de lechona asada. Este suele ser el deseo más sabroso al que nuestros heroicos personajes aspiran. Sin duda por la estima y consideración gastronómica de la que disfrutaba este plato.
Fuente:”La cocina y el tiempo”, de A. Pinya y A. Contreras.
INGREDIENTES:
– 1 porcella (lechona) de 7,200 kilos en canal.
– 3 kilos de patató (variedad mallorquina de patatas)
– 3 o 4 boniatos rojos
– 7 u 8 manzanas pequeñas ácidas.
– 5 o 6 limones
– Sal
– Pimienta negra
– Aceite de oliva
– Manteca
– 2 vasos de agua
Para el acompañamiento:
– Lechuga, escarola y salsa de magrana agra (granada agria)
ELABORACIÓN:
Pedimos al carnicero que nos corte la porcella en cuatro trozos y nos marque las raciones. Nosotros descartamos directamente la cabeza y las patas.
El día antes de hornearla procederemos a adobarla. Empezaremos a hacerlo con la piel hacia arriba. Le pondremos sal, pimienta negra y el zumo de 2 o 3 limones. A continuación se riega generosamente con aceite de oliva.
Seguidamente la giramos (piel hacia abajo) y repetimos la operación: sal, pimienta negra, limón y aceite. No hay que tener miedo a la hora de poner sal pues “el cerdo quiere sal”.
Cuando finalizamos el adobo la introducimos en la nevera.
Al día siguiente freímos las patatas y los boniatos sin poner sal.
Una vez fritos los colocamos en la bandeja de hornear. También colocamos las manzanas.
Ahora colocamos los trozos de lechona por encima de las patatas, boniatos y manzanas. A los trozos de lechona les hemos dado la vuelta y los dejamos con la piel hacia arriba.
Añadimos dos vasos de agua para que no se nos resequen las patatas y colocamos unas nueces de manteca sobre la piel de la lechona y, también, un poco de aceite.
La llevamos a hornear al Forn ca l’amo en Pep (Joan Mascaró i Fornés, 182-A, 07010, Establiments – Palma, teléfono: 971 76 82 51), donde en aproximadamente 2 horas y cuarto (dependerá de la fuerza del horno de leña en el momento de hornear) estará en perfectas condiciones para ser degustada. Hay muchos hornos dispuestos a atender las peticiones de hornear nuestras lechonas pero si podéis ir a éste no os arrepentiréis.
Una vez en casa, troceamos y servimos. Es aconsejable acompañarla de lechuga y/o escarola y salsa de magrana agra (granada agria).
Para que el éxito gastronómico sea total hemos degustado un Muga Reserva Selección especial 2006, elaborado con las variedades tempranillo (70%), Garnacha (20%) y Graciano y Mazuelo (10%). Criado durante 28 meses en barrica de roble y embotellado por Bodegas Muga S.L. en Haro (La Rioja- España), www.bodegasmuga.com. Un acierto total.
Bon profit!
Un plato mallorquín típico y buenísimo. Esta piel tan crujiente y la carne super tierna.
… y el patató y el boniato y la salsa de magrana. Fundamental la ensalada. Extraordinario. Y por Navidad este mantel tan bonito de las manos de mamá y Tita.
El mejor plato de las Navidades. Y sólo quedan 5 días para comerla!!!!!!!!!!!
Ah!!! Enhorabuena al DJ per la banda sonora del video
Espectacular!!!!