El origen de la almendra es incierto pero es opinión muy generalizada que el almendro se empezó a cultivar en las regiones montañosas de Asia Central y en algunas de Asia occidental.
El cultivo en el Mediterráneo es muy antiguo. En las pinturas de Pompeya aparecen el almendro y sus frutos. Se cree que fueron los romanos quienes lo implantaron en las islas.
En Mallorca y Ibiza es un cultivo muy extendido, pero no en Menorca. En el siglo XVIII se iniciaron plantaciones masivas que aumentaron mucho cuando, en el siglo XIX, se produjo la invasión de la filoxera en las viñas y éstas fueron arrancadas y sustituidas por almendros. En el siglo XX se continuó con la implantación del cultivo.
En la década de los 70 la mayoría de los almendros eran viejos, los rendimientos de producción llegaron a mínimos y la baja cotización del precio de la almendra hizo que se llegara a una situación insostenible.
En los 90 los Reglamentos comunitarios abrieron nuevas posibilidades para conseguir la reconversión. En Baleares, con 60.000 ha. de almendros, las subvenciones han sido muy importantes, arrancándose almendros viejos o de variedades no aptas y sembrando, sin cultivos herbáceos asociados, variedades más productivas, aceptando algún tipo de regadío.
Fuente: http://www.doredin.mec.es/documentos/01220072000102.pdf
INGREDIENTES:
– 300 gr. de almendra mallorquina cruda
– 450 gr. de azúcar
– 1 cucharadita de Nescafé o un chorrito de café (Opcional)
– 1 limón
– Mantequilla o aceite de girasol para engrasar superficie
ELABORACIÓN:
Ponemos agua en una olla hasta que hierva. Entonces paramos el fuego e introducimos las almendras. Cuando el agua ya no quema, las colamos y las pelamos.
Ahora ponemos una cazuela de barro al fuego medio/suave e introducimos el azúcar y las almendras.
Hay que ir removiendo continuamente con una espátula de madera. El proceso, hasta que el azúcar se carameliza y las almendras se doran, es algo lento.
Cuando el azúcar está bien diluido y las almendras tienen un color dorado incorporamos el Nescafé o el café, si hemos decidido ponerlo.
Cuando esté todo bien mezclado retiramos del fuego y vertemos sobre el mármol (es la manera tradicional de hacerlo) que previamente hemos untado con mantequilla o aceite de girasol o sobre una placa también engrasada. Otra opción es verterlo sobre cualquier superficie plana sobre la que ponemos papel de hornear bien engrasado. Yo particularmente creo que esta última opción es la mejor.
Lo extendemos y aplanamos rápidamente, empujando con el limón, que hemos partido por la mitad, hasta formar una fina capa de aproximadamente ½ cm. de grosor.
Antes de que la mezcla se enfríe cortamos a trocitos (si la mezcla se enfría sobre el mármol será difícil cortarla).
Como dice la canción, recuerdos de noches de navidad de la infancia. ¡¡¡ Que lejos !!!
Pero un aspecto increíble, dice cómeme.
Muy bonita la decoración de la web, muy de Palma.
mmm que tiene buena pinta!
turron turroooon!!!
me gustan mucho las fotos de las luces de navidad!!
como yo diria: llumets