CONSERVA DE SETAS

     El consumo de setas es antiquísimo, aunque hasta hace algo más de cuatro siglos no se cultivaban, sino que se recolectaban en bosques. Según la etimología la palabra hongo (mico) procede del griego «mykés». Ya en la antigua Grecia se conocían sus propiedades gastronómicas y se recolectaban numerosas especies de setas. Los romanos eran también buenos conocedores de sus propiedades gastronómicas, medicinales y tóxicas. Otros pueblos de origen celta las empleaban no sólo como alimento, sino también en celebraciones por las propiedades alucinógenas de algunas especies.

      Ya en la Edad Media había ciertas setas cuyo consumo estaba sólo otorgado como privilegio a los caballeros. De ahí el nombre actual de algunas de ellas como la Tricholoma equestre o seta de los caballeros.

      No es hasta el siglo XVII cuando se inicia en Francia el cultivo controlado de algunas de ellas. En las últimas décadas, su producción ha experimentado una evolución extraordinaria y en la actualidad se utilizan modernos sistemas de cultivo.

      Una de las variedades más apreciadas en Baleares es el esclata-sang (lactarius sanguifluus,níscalo en castellano). Por su sabor y versatilidad es uno de los favoritos de los guisos tradicionales y es considerado el hongo más sabroso y codiciado, formando parte de la cultura gastronómica isleña desde la Edad Media.

      En su composición encontramos más de un 85 % de agua y son ricas en proteínas, sales minerales como potasio, cobre, hierro, magnesio y vitaminas A, B y D. Su consumo estimula la actividad nerviosa y cerebral y resultan ideales en dietas de adelgazamiento ya que apenas contienen grasa, y combaten la anemia.

      Fuentes: Manjaria (octubre, 2013) y verduras.consumer.es

 INGREDIENTES:

– 1 kilo de setas
– Sal
– Pimienta negra en granos
– Aceite de oliva
– Agua

ELABORACIÓN:

       Limpiamos bien las setas quitando un poco la tierra con papel de cocina o un paño húmedo. Cortamos un poco el tallo. Las pasamos por agua y las colocamos en un colador boca abajo y cuando ya han escurrido un poco las ponemos sobre papel de cocina. Una vez secas, cortamos a trozos.

      Ponemos un vaso de agua con una cucharada de sal en un cazo y lo hacemos hervir. Reservamos.

      En una sartén con un poco de aceite de oliva sofreímos las setas a las que habremos puesto un poco de sal y unos granos de pimienta. Después de unos minutos,  4 o 5, veremos que han soltado su jugo y retiramos del fuego.

      Vamos rellenando los botes con las setas y con su jugo. Como éste no nos bastará para llenar el bote, completamos con el agua y sal que habíamos reservado.

      Colocamos los botes en una olla con agua y los hacemos hervir al baño María, durante 20 minutos. Transcurrido el tiempo, apagamos el fuego y dejamos enfriar los botes  dentro de la olla.

      Una vez fríos, sacamos los botes de la olla y los secamos.

     Ya están listos para ser guardados hasta el momento de su consumo. El jugo que las acompaña puede, si se quiere,  incorporarse a la preparación pues contiene el sabor y sustancia de las setas.

      Se conservan por lo menos un año y resultan la solución perfecta para poder degustar unas buenas setas fuera de temporada.

      Este método de preparación lo he visto en el “Blog de cuina de la dolorss”.

      Bon profit!

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3 respuestas a CONSERVA DE SETAS

  1. Catalina dijo:

    Elaboracion sencilla y muy util en la despensa.

  2. Joana Fuster dijo:

    Hola, hoy haremos la prueba, ya os contaremos

  3. Maria Garcia dijo:

    Muchisimas gracias por la receta como conservar las setas, no lo sabia , ahora lo haré sin falta!!!

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