INGREDIENTES:
- 1 ½ conejo troceado
- 6 – 7 cebollas
- 1 cabeza de ajos
- 2 hojas de laurel
- 1 rama de mejorana
- Sal
- Pimienta negra
- Pimentón dulce
- Aceite de oliva
- 50 ml. de vino blanco
- 200 ml. de caldo
ELABORACIÓN:
Ponemos aceite en una cazuela de barro de buen tamaño. Salpimentamos los trozos de conejo y, cuando el aceite esté caliente, los rehogamos.
Vamos removiendo de vez en cuando y al estar dorados los trozos los retiramos de la cazuela y los reservamos.
Cortamos la cebolla en juliana y la introducimos en la cazuela, a fuego suave, con el mismo aceite que hemos utilizado para rehogar los trozos de conejo.
Incorporamos la cabeza de ajos, el laurel, la mejorana, la sal y la pimienta negra. Vamos rehogando, removiendo de vez en cuando.
Cuando la cebolla empieza a reducir y a ponerse transparente reintroducimos los trozos de conejo y seguimos rehogando unos 10 minutos.
Seguidamente añadimos el vino blanco y el caldo. También incorporamos una cucharada de pimentón dulce y removemos.
Hemos de dejar que se vaya cociendo, a fuego suave, entre una hora y cuarto y una hora y media. Hemos de conseguir que el conejo esté tierno y la cebolla bien confitada.
Hay que estar atentos y remover frecuentemente con una cuchara de madera de lo contrario se nos pegaría al fondo de la cazuela.
Si viéramos que la preparación se seca demasiado añadimos un poco más de caldo.
Transcurrido el tiempo, servimos bien caliente y acompañado de una buena ración de patatas fritas.
El vino elegido para acompañar este plato ha sido un “Ramón Bilbao”, Rioja crianza 2012. Elaborado por las Bodegas Ramón Bilbao (Haro-España) con tempranillo 100%.
Bon profit!
…y con esta salsita con la cebollita tan confitada.