CROQUETAS DE ESPINACAS

      Las espinacas se cultivaron por primera vez en Persia. Los árabes las introdujeron en España hacia el siglo XI y se extendió por toda Europa alrededor del siglo XV.

      Esta verdura hoy día ya está introducida en la dieta de todo el mundo y se cultiva en la mayoría de los países del planeta, aunque las mayores cuotas de producción proceden de Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos, Holanda y Japón.

      Un mito muy extendido sobre las espinacas es que son muy ricas en hierro. De hecho, se hizo una serie de cómics y dibujos animados, Popeye el marino, para fomentar su consumo. En ella, Popeye consumía una lata de espinacas que le daba una fuerza sobrenatural.

      El origen de esta equivocación está en un error del científico E. Von Wolf (1870), que multiplicó por 10 la cantidad de hierro al errar en la colocación de una coma. La referencia al vegetal aumentó considerablemente su cifra de ventas hasta tal punto que la ciudad texana de Crystal City, dedicada originariamente a la producción a gran escala de espinacas, llegó a erigir una estatua a Popeye por haber fomentado su consumo.

      De hecho, el hierro de la espinaca no se absorbe bien porque la espinaca tiene mucho ácido oxálico y éste hace insoluble al hierro. De todos modos, aunque tengan poco hierro (los garbanzos y las lentejas tienen más) y éste se asimile mal, las espinacas siguen siendo un alimento muy aconsejable.

      Además de todo lo anterior, cabe resaltar que esta planta, es abundante en proteínas y puede también evitar enfermedades como la anemia y otras.

 INGREDIENTES:

– 2 manojos de espinacas o una bolsa de espinacas cortadas.
– 1 cebolla
– 150 ml. de leche
– 2 cucharadas soperas de harina
– 1 huevo
– Galleta picada
– Sal
– Aceite
– Pimienta negra

ELABORACIÓN:

      Limpiamos las espinacas y las hervimos en agua con un poco de sal durante unos diez minutos.

    Una vez hervidas las ponemos en un colador para que eliminen toda el agua y aprovechamos para ir cortándolas con unas tijeras.

      Cortamos finamente la cebolla y la ponemos en la sartén, a fuego suave, para que vayan pochándose. Añadimos un poco de sal.

    Cuando la cebolla está pochada añadimos las espinacas. Mezclamos bien y enseguida añadimos las dos cucharadas de harina, damos unas vueltas y añadimos la leche.

      Avivamos algo el fuego. Vamos removiendo con una espátula de madera y añadimos un poco de pimienta negra. Probamos y añadimos sal si fuera necesario.

      Cuando la masa ha espesado retiramos del fuego y reservamos.

   Al estar  fría la masa nos preparamos para hacer las croquetas. Batimos un huevo y preparamos un plato con la galleta picada. Vamos cogiendo con un tenedor pequeños trozos de la masa, los bañamos bien con el huevo y los recubrimos con la galleta picada. Finalmente, con las manos, acabamos de darles la forma definitiva.

      Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y freímos. Cuando están listas, las sacamos y las ponemos sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite.

      Y ya están listas para ser consumidas…

      Esta masa que hemos preparado para hacer las croquetas también nos serviría para preparar un excelente hojaldre relleno de crema de espinacas.

      Bon profit!

Esta entrada ha sido publicada en RECETAS DE COCINA y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a CROQUETAS DE ESPINACAS

  1. Nena dijo:

    Para mi, las reinas de las croquetas. Una buena forma de comer verduritas. Incluso a veces, las he mezclado con acelgas y también son estupendas.

  2. pin pin dijo:

    Las preparé de aperitivo con otras croquetas de queso y no quedó ni una. Estupenas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *