El queso Philadelphia nace en 1872 cuando William Lawrence, un fabricante de productos lácteos de Chester, Nueva York, batiendo nata y leche, fabrica la primera partida de este delicioso queso.
Lawrence se asocia en 1880 con C.D. Reynolds, un distribuidor de queso de Nueva York. Posteriormente, Reynolds compra la compañía «The Empire Cheese Company», lo que le permite incrementar su capacidad de producción.
El nombre elegido por Reynolds para este nuevo queso que empezaba a comercializar fue «Philadelphia Brand cream cheese», nombre que proviene de la época, ya que, por entonces, los productos de alimentación de alta calidad eran originarios de esta ciudad de Pennsylvania o se asociaban a ella.
«The Empire Cheese Company» arde en 1900, lo que hace que Reynolds abandone la empresa, la cual es rescatada por productores locales de lácteos, bajo el nombre de «Phenix» (nombre del pájaro mitológico Phoenix que ardió y volvió a surgir de sus cenizas con mayor juventud y vitalidad).
En 1928, «Phenix Cheese Company», se incorporó a Kraft Foods que, aumenta considerablemente la capacidad de producción de Philadelphia. Es el comienzo de la gran expansión internacional de este fantástico producto.
En 1977, Kraft introduce el Queso Philadelphia (ver web) en España, siendo altamente reconocido y apreciado por los consumidores españoles. El momento de esplendor de la marca en nuestro país se produce desde principios de los noventa, cuando la marca consigue dar el salto y convertirse en la gran marca que es en la actualidad.
Fuente: www.petitchef.es
INGREDIENTES:
– 600 gr. de queso Philadelphia
– 400 ml. de nata líquida para montar
– 170 gr. de galletas María
-250 gr. de mermelada de arándanos silvestres
– 70 gr. de mantequilla
– 5 cucharadas soperas de azúcar
– 1vaso de agua (250 ml.)
– 1 sobre de 85 gr de gelatina de limón
– 4 láminas de gelatina neutra
ELABORACIÓN:
Trituramos las galletas con la picadora y les añadimos la mantequilla, que hemos fundido con el microondas o al baño María. Removemos y mezclamos bien.
Colocamos un papel de hornear sobre la base de un molde desmontable.
Ahora introducimos en el mismo la masa anterior, extendiéndola de manera uniforme por toda la superficie. Una vez hecho, lo introducimos en la nevera y seguimos con nuestra preparación.
Calentamos el agua hasta casi hervir y le agregamos el sobre de gelatina. Removemos hasta que la gelatina se haya disuelto perfectamente y reservamos.
En un recipiente batimos el azúcar, la nata y el queso Philadelphia hasta que esté perfectamente mezclado.
Ahora vamos añadiendo, poco a poco y sin dejar de batir, la gelatina que ya habrá enfriado algo.
Recuperamos el molde con la base de galleta que teníamos en la nevera y lo rellenamos con la mezcla de queso que acabamos de realizar. Introducimos nuevamente en la nevera.
Cuando lleve un mínimo de 3 o 4 horas enfriándose ya podemos incorporarle la mermelada aunque si se quiere se puede hacer más adelante.
Para ello vertemos la mermelada en un cazo, le añadimos un chorrito de agua y ponemos sobre fuego suave con el objetivo de que la mermelada no resulte tan espesa.
Mientras, ponemos las láminas de gelatina en remojo con agua fría para que se hidraten durante 5 minutos. Seguidamente las sacamos, las exprimimos y las metemos en el cazo de la mermelada. Removemos para que se disuelvan bien. Apagamos el fuego.
Sacamos la tarta, que ya habrá cuajado un poco, de la nevera, y la cubrimos con la mermelada, esparciéndola uniformemente sobre toda la superficie.
Seguidamente la guardamos en la nevera (mejor un día entero) hasta el momento de consumir.
Esta receta la he visto en http://www.cocina-casera.com . Te recomiendo una visita.
Bon profit!
Mmm… que buena pinta tiene ese trozo de tarta! Seguro que le disteis un buen uso!
Bueno, ya sabes, cuando vuelvas por aquí repetiremos
Esta tarta es una de mis favoritas. Esta receta me recuerda a una que he perdido y que también se hacía con gelatina de limón, lo que le da un toque diferente. Daré mi receta por recuperada.