MOSCOVITAS

      Las primeras galletas moscovitas las empezó a hacer Marciano González Mansilla, maestro confitero de la Confitería Rialto (c/ San Francisco, 12, Oviedo), fundada en 1926 por Francisco Gayoso. Las creó como una pasta más. Al principio se colocaban en el mostrador con el resto de pastas de té. Sin embargo, a determinados clientes les gustaban tanto que pedían las cajas sólo con las pastas finas Moscovitas. Así fueron cogiendo, poco a poco, su propio lugar en el mostrador. Posteriormente se empezaron a empaquetar y a presentar de una manera más cuidada y con un enfoque más comercial. A lo largo de los años se ha convertido no sólo en la especialidad más reconocida de Rialto, sino que ha llegado a ser un símbolo de la ciudad de Oviedo.

      No se sabe con certeza el origen del nombre aunque la versión más fiable señala que el maestro artesano que las creó pasó una parte de su juventud en Rusia, coincidiendo con los años de la guerra. Al incorporarse al obrador comenzó a elaborar esta fina pasta. Lo que no es seguro es si el nombre lo puso por su estancia en tierras rusas o si pudo leerlo en algún antiguo recetario.

      Podéis ver el aspecto de las auténticas e, incluso, hacer un pedido on-line de Moscovitas originales en la web de Confitería Rialto. También pueden comprarse en Madrid, c/ Nuñez de Balboa, 86.

 INGREDIENTES:

Salen 50/60 galletas,

– 200 gr. de almendra cruda (en granillo, no molida)
– 200 gr. de azúcar glas
– 200 ml. de nata para montar
– 300 gr. de chocolate con leche
–  40 gr. de harina

ELABORACIÓN:

      Ponemos un cazo con la nata y el azúcar en polvo a fuego moderado. Esperamos que llegue a hervir, removiéndolo de vez en cuando.

      Dejamos hervir suavemente un minuto y le añadimos la almendra, que hemos triturado sin que llegue a quedar en polvo. Ha de quedar triturada, no molida. Al comer la galleta hemos de notar los trocitos de almendra.

      Seguidamente incorporamos la harina, tamizándola. Mezclamos bien con una espátula.

      Dejamos que llegue nuevamente a ebullición, esperamos unos minutos y cuando vemos que empieza a espesar un poco apagamos el fuego y reservamos. En 15/20  minutos ya habrá espesado lo suficiente.

      Forramos una bandeja de horno con papel de hornear y con una cucharilla de café cogemos un trozo de masa y, con la ayuda de otra cucharilla para hacerla caer, vamos depositando pequeñas cantidades de masa en la bandeja.

      Las colocamos bien separadas unas de otras pues crecen mucho al hornearlas y podrían pegarse unas con otras. Conviene poner solo 12 montoncitos en cada bandeja.

      Horno precalentado a 170/180º, calor arriba y abajo con el turbo.

      Las mantenemos en el horno hasta que estén bien doradas, de 8 a 10 minutos. Hay que vigilar continuamente pues se queman con gran facilidad.

      Una vez listas, las sacamos del horno y dejamos que se enfríen en la misma bandeja unos minutos. Al sacarlas del horno están blandas pero al enfriarse se endurecen, entonces,  las despegamos con cuidado del papel y las reservamos.

      Mientras seguimos horneando las galletas  fundimos  el chocolate al baño María.

      Una vez fundido vamos cubriendo de chocolate cada una de las galletas. Lo hacemos con una espátula y por la parte más lisa de la galleta, es decir, la que ha estado en contacto con la bandeja del horno.

      Las colocamos en una superficie plana y  esperamos hasta que el chocolate se endurezca.

          Bon profit!

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3 respuestas a MOSCOVITAS

  1. Catalina dijo:

    Superan a las originales. De vicio, si las tienes delante, te las comes.

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