TARTA DE MASCARPONE Y MERMELADA DE FRESAS

      En la tarta de queso con mermelada de arándanos silvestres que tenemos publicada utilizamos, entre otros ingredientes, el queso Philadelphia y, en su elaboración, no utilizamos el horno en ningún momento. En esta tarta utilizaremos queso mascarpone y emplearemos el horno.

      El mascarpone es un queso originario del norte de Italia (Lombardia). Es un queso cremoso, consistente, de color blanco-amarillento muy claro, con sabor dulce y altamente calórico.

       Aunque técnicamente hablando, el Mascarpone no es un queso, sino el resultado de añadir un cultivo de bacterias a la nata extraída de la leche que se usa en la fabricación del parmesano. Sin embargo, suele ser descrito como queso de cuajada, aunque se elabora de forma muy parecida al yogur. Después de agregar el cultivo de bacterias a la nata, se calienta suavemente, luego se deja que madure y espese.

       Es un producto muy delicado que debe ser consumido fresco porque se pone rancio rápidamente. Muy utilizado para el tiramisú (postre típico de la cocina italiana) y para acompañar el panetone.

      Fuente: wikipedia

INGREDIENTES:

– 4 yogures naturales
– 6 cucharadas de azúcar
– 2 cucharadas de Maizena
– 140 gr. de queso Mascarpone
– 2 huevos
– 100 gr. de mantequilla
– 170 gr. de galletas María
– Nueces picadas (Opcional)
– 1 bote de mermelada de fresa
– Gelatina neutra en polvo

ELABORACIÓN:

   Trituramos las galletas y las nueces y las ponemos en un bol. Le agregamos la mantequilla que hemos fundido en el microondas.

      Mezclamos estos ingredientes con las manos y una vez bien amasado lo colocamos en la base del molde, extendiéndolo de manera uniforme. Reservamos.

      En un recipiente mezclamos los yogures, el azúcar, la maizena, el queso mascarpone y los huevos. Lo batimos todo.

      Una vez bien batido lo introducimos en el molde, repartiéndolo por encima de la base de galletas. Hemos utilizado un molde desmoldable de Lékué, de 23 cm.

      Horno precalentado a 180º. Calor arriba y abajo y turbo, de 35 a 40 minutos.

      Una vez cocida la sacamos del horno y dejamos enfriar.

      Mientras se va enfriando ponemos la mermelada de fresa en un cazo a fuego suave. Disolvemos ¾ de sobre de gelatina neutra con un poquito de agua (un vasito de café). Incorporamos la gelatina al cazo con la mermelada, que ya estará bien caliente, y mezclamos bien.

      Seguidamente repartimos la mermelada sobre toda la superficie de la tarta, cubriéndola de manera uniforme.

      Dejamos enfriar y, una vez fría, guardamos en la nevera.

      Transcurridas dos o tres horas ya está en perfecto estado para ser degustada aunque es mejor hacerla de un día para otro.

      Al sacarla de la nevera le quitamos el cinturón de silicona y la servimos en la misma base de cerámica.

        Bon profit!

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5 respuestas a TARTA DE MASCARPONE Y MERMELADA DE FRESAS

  1. Catalina dijo:

    Queso y mermelada: no puede fallar. Buenísima seguro. Mmmmmm

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