PIZZA BOLOÑESA

La historia de la pizza comienza probablemente con la historia del empleo del pan por parte de la humanidad. Se tiene constancia de que en la antigua Grecia (cuna de los panes planos) donde ya se servía el plakuntos decorado con hierbas, especias, ajo y cebolla, en la época de Darío I el Grande (521-486 a. C.) los soldados persas tomaban pan plano con queso fundido y dátiles por su parte superior, y Virgilio en la Eneida menciona un plato similar.

Muchos autores afirman que la pizza, tal y como se conoce en la actualidad, procede de la ciudad de Nápoles (Italia) y aparece como plato popular entre los napolitanos, en algún instante no definido del siglo XVII.

Los panes planos y las preparaciones fundamentadas en ellos, como la pizza, son típicos de las cocinas mediterráneas. De esta manera, se tiene la antigua «focaccia» (alimento muy popular entre los soldados romanos) que se remonta a los antiguos etruscos, la coca (que posee variantes dulces y saladas) de la cocina española, el pan pita griego y relacionado con la turca «Pide», la africana injera. Panes similares existen fuera del área del mediterráneo entre ellas se encuentra el indio Indian «paratha» y el alemán «flammkuchen». La existencia de estas variantes locales ha hecho que la denominación de la «pizza» haya quedado diluida en una infinidad de variantes regionales.

Fuente y saber más: Wikipedia.

INGREDIENTES:
-Para 2 pizzas:

300 gr. (Aprox.) de harina especial para pizza “Harimsa”
100 ml. de aceite
200 ml. de leche
200 gr. tomate frito o natural “Tomator” tamizado.
Salsa boloñesa
200 gr. Queso Mozzarella rallado “especial pizza”
Orégano

ELABORACIÓN:

Ponemos en un recipiente el aceite y la leche.

Empezamos a incorporar la harina y mezclamos con las manos.

Vamos añadiendo harina y amasando hasta conseguir una masa que no se nos pegue en las manos. Formamos una bola y la dividimos en dos partes. Una para cada pizza.

Cogemos una de las partes y la extendemos sobre un molde para pizzas (de 30 cm. de diámetro) sobre el que hemos puesto un papel de hornear.

Extendemos bien para que nos quede una masa fina. Una vez extendido, lo pinchamos por todo con un tenedor.

Introducimos en el horno precalentado a 180º, calor arriba y abajo, con el turbo. Lo hemos de hornear hasta que la masa coja algo de color, aproximadamente unos 10 minutos.

Transcurrido el tiempo la sacamos del horno, giramos la masa (es decir, la parte dorada ahora nos quedará abajo) y la cubrimos con una fina capa de tomate frito. Rociamos con un poco de orégano.

Sobre el tomate vamos colocando la salsa boloñesa que habremos preparado siguiendo las indicaciones que hemos visto en los spaghetti boloñesa.

Una vez colocada la salsa la cubrimos con el queso mozzarella, ponemos más o menos cantidad según el gusto de cada uno.

Introducimos en el horno de 5 a 10 minutos, hasta que el queso esté bien fundido.

Con la otra masa procedemos de la misma manera o, si nos apetece, le ponemos otros ingredientes sobre el tomate: jamón de york, anchoas, aceitunas, champiñones, atún, quesos, etc.

Una comida fácil de preparar y que da un suculento resultado.

Bon profit!

Esta entrada ha sido publicada en RECETAS DE COCINA y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.

Una respuesta en “PIZZA BOLOÑESA

  1. Nena dijo:

    Me encanta la pizza, pero aún no he conseguido hacer una masa como toca. Probaré la tuya a ver qué tal. Ya informaré. Tiene muy buena pinta.

Responder a Nena Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *